Por qué es buena idea cambiar de fluorescente a led

Por qué es buena idea cambiar de fluorescente a led

Encendemos y apagamos cientos de veces las luces de nuestro hogar cada día. Tenemos tan automatizado el hecho de darle a interruptor, que solemos caer en la importancia de la iluminación sólo cuando alguna luz deja de funcionar. Pero hay más motivos por los que pensar el cambiar el sistema de iluminación de nuestra casa, sobre todo si tienes los típicos fluorescentes. En este nuevo blog de Lamparis vamos a ayudarte con la decisión y contarte por qué es una buena decisión cambiar de fluorescente a LED.

Antes de nada, vamos a hablar de cuáles son las diferencias entre fluorescentes y LEDs. La realidad es que entre una habitación iluminada con fluorescentes y una iluminada con luces LED son prácticamente iguales a nivel visual. Esto no es extraño, porque las principales diferencias se encuentran en el interior. Los tubos fluorescentes están incorporados en las bombillas más utilizadas, aunque su uso está decayendo y cuando terminéis de leer este artículo sabréis por qué.

La base del tubo fluorescente es un vidrio fino donde podemos encontrar unas sustancias químicas llamadas fósforos y otras como el mercurio, el argón o el neón. En el final del tubo se encuentran los filamentos de tungsteno que, al calentarse, ionizan los gases. Por su parte, la composición del tubo LED es más sencilla, ya que cuenta con un equipo electrónico con LEDs en su interior que, gracias a un driver, convierte la corriente para emitir luz.

VENTAJAS DE PASARSE A LAS LUCES LED

Ahora que conocemos, de forma básica, cómo funciona un tubo LED y uno fluorescente, vamos a ver por cuál nos decantaríamos. Aunque las luces fluorescentes hayan sido las que más han abundado en los hogares, se están viendo superadas por el LED. La iluminación LED es la iluminación del futuro y han logrado avanzar mucho en los últimos años. Por eso no es extraño que se estén escogiendo no sólo para los sistemas de iluminación de las casas, sino también para grandes superficies, hospitales, colegios, etcétera.

La primera ventaja del LED, y una de las más destacadas, es que consume mucho menos que el fluorescente. Los expertos señalan que cambiar de fluorescente a LED se puede reducir entre un 50 y 60 por ciento el consumo energético. El ahorro energético es más importante que nunca, ya que reducir la factura de la luz es ahora un reto y una necesidad para cualquiera. Con todo, aunque las luces fluorescentes convencionales sean más baratas en un primer momento, a la larga consumen más y resultan menos rentables.

Otro punto importante es que la vida útil de las luces LED es mayor. Mientras un tubo LED puede ofrecer más de 50.000 horas de luz, los fluorescentes suelen quedarse en las 10.000 horas y van perdiendo potencia con el paso del tiempo. Esto significa que, si te decantas por los LED, es probable que tengas que sustituir la luz con menos asiduidad y, por lo tanto, gastes menos dinero en hacerlo. Tampoco tendrás que preocuparte por su rendimiento, ya que no pierde ni potencia ni luminosidad en ningún momento de su vida.

También tienes que saber que los fluorescentes son más sensibles a golpes y a condiciones extremas. Esto supone que no sean una buena opción, por ejemplo, en cámaras frigoríficas o en exteriores donde las temperaturas sean muy variables. Los LEDs, por su parte, son más resistentes a impactos y a temperaturas de rangos diferentes. Además, su instalación suele ser más sencilla que otras luces convencionales. Y una última cosa más ¿Eres de esos a los que le irrita que la luz no se encienda inmediatamente al darle al interruptor? Los LEDs se encienden en el mismo instante, pero los fluorescentes parpadean un poco hasta iluminar por completo.

CÓMO ELEGIR EL TUBO LED MÁS ADECUADO

Seguro que después de todo lo que te hemos contado ya sabes por qué cambiar fluorescentes por LED es una buena opción. Como os hechos dicho, los LED son tan versátiles que hay diferentes tipos, entre ellos, los tubos led que son unos tubos de luz parecidos a los fluorescentes convencionales, pero en versión LED. De hecho, muchos usuarios suelen confundirlos y denominarlos directamente tubos fluorescentes LED. Para poder elegir el tubo LED que mejor se adapte a tus necesidades, ahí van algunos consejos.

Antes de elegir, determina qué uso le vas a dar a esa luz. Es decir, responde a preguntas como dónde lo vas a colocar, si va a estar en el interior o en el exterior o cuál será el área a iluminar. Como hemos señalado, existen tubos diseñados especialmente para soportar determinadas condiciones meteorológicas o para iluminar áreas muy pequeñas. Otra cuestión a tener en cuenta es si vas a reemplazar un tubo fluorescente o si vas a contar con una instalación nueva. Si tu opción es reemplazas, necesitarás contar con un tubo de la misma longitud y potencia.

Por último, decide qué temperatura de luz prefieres para tu estancia si algo más cálido o algo más frío. La variedad blanco cálido es ideal para lugares que quieras convertir en espacios acogedores. Las luces que lanzan un blanco frío, por su parte, son propios de oficinas porque despiertan la atención de los trabajadores. Ya conocer todos los motivos por los que cambiar de fluorescente a LED, pero si tienes más dudas, no dudes en acudir a Larmparis.